A estas alturas debe de haber poca gente que no haya visto o no
sepa qué serie es Breaking Bad.
Un fenómeno televisivo que se ha galardonado con más de doce premios desde sus
comienzos en 2008 y que arrasó en la edición de los Emmys de este año una vez
más.
Para aquellos que aún no están
familiarizados con la serie que más ha revolucionado a los espectadores desde
Lost, os contaré un poco de qué va la cosa. Walter
White, interpretado por Bryan Cranston (sí, el padre de Malcom) es un
profesor de instituto de química al que le acaban de diagnosticar cáncer de
pulmón. Viendo que no sabe si vivirá mucho más, decide junto con Jesse Pinkman (Aaron Paul) aplicar sus conocimientos
de química y fabricar metanfetamina y ganar dinero que dejar a su familia
tras su muerte. Obviamente no será un camino de rosas, tendrá grandes problemas
para ocultar a su mujer embarazada Skyler y a su hijo Walter Junior con
deficiencia mental lo que hace en sus tiempos libres. Por no hablar de que la
hermana de Skyler, Marie y su marido Hank, muy unidos a ellos. Ah y Hank es un
agente de la DEA (Drug Enforcement Administration), es decir, la Administración para el
Control de Drogas. ¡Qué bien!
Después de haberme visto la serie entera
en dos semanas, está claro que me ha gustado. Vince
Gillian ha creado una
representación genuina del mundo del narcotráfico, sabiéndolo dotar con toques
humorísticos y de drama que te hacen engancharte y que quieras ver un capítulo
tras otro.
La evolución
de los personajes a medida
que avanza la serie es magnífica, muy bien trabajada y es una de las cualidades
que hacen que la serie sea tan completa. Al haberla vista seguida de forma
continua el resultado de la evolución progresiva de los personajes es algo que
no te deja indiferente. Sobre todo cuando estás en la quinta temporada y ves que el Jesse
de ahora no es el mismo que el Jesse de la primera temporada. Esto se va a
ver reflejado en los símbolos que los guionistas dejan ver. Por ejemplo, la
ropa de Jesse, que no es la misma al principio que al final, cambia cuando
surgen hechos que le llevan a la madurez personal.
Otro ejemplo de la simbología para definir la evolución de los
personajes es el pelo de Jesse y de Walter. Al principio los dos tienen pelo en
la cabeza, son personas que están en la antesala del narcotráfico a gran
escala. Cuando llegan a la cúspide de las drogas tienen las cabezas rapadas. Y
cuando se acerca el final, vuelven a tener cabello en la cabeza.
Walter es un personaje que también da un gran giro, pasa de ser el
típico hombre enclenque que nunca ha corrido ningún riesgo ni se ha vuelto
violento con nadie a pesar de que motivos no le han faltado. Una persona que no
mataría una mosca y con un gran corazón, que hace todo lo que hace por su
familia. Y acaba siendo un personaje manipulador, sombrío, asesino, calculador
y sobre todo ambicioso.
Hay una cosa que me ha llamado la atención de esta serie y es la
escasa presencia femenina que hay.
De personajes fijos están Skyler y Marie, dos mujeres frente a Walter, Jesse,
Hank y Walter Junior. Más del doble sin contar con la cantidad de personajes
secundarios masculinos que vendrán, Saul Goodman, Steve Gómez, Mike, Ted
Beneke, Gus Fring, Tuco, etc…
Por supuesto también saldrán personajes femeninos secundarios,
Jane, Andrea y Lydia. Sí, otra vez ganan los hombres.
Sé que es una serie con un fuerte carácter masculino y que
seguramente la mayoría de los espectadores que hayan visto la serie y sean fan
serán hombres. Pero no es eso lo que me preocupa más, sino la concepción de la
mujer que se le da. Están transmitiendo que todas son mujeres que son un incordio, son mujeres pesadas
como un grano en el culo.Y cuando las ves te da dolor de cabeza. Por lo menos las que salen en la serie. Pensad en
cada una de ellas. Skyler, y su puterío, Marie y lo pesada que es la jodía,
Jane y su maldad manipuladora, Andrea, bueno Andrea se salva un poco porque tampoco hace mucho, y Lydia sí, la neurótica, y loca.
Además quitando a Marie, Lydia y Skyler, son mujeres mantenidas,
mujeres que no trabajan o apenas trabajan. De hecho, una de las razones que le
dan a Walter White para que fabrique metanfetamina es que “Él es el hombre, el es el que
sustenta a la familia”
De este apartado podría hablar largo y
tendido…
En conclusión saco que es una serie muy buena (dejando de lado el
tema de las mujeres) con un gran cuidado de detalles simbólicos. Y que muchas
veces ves venir lo que viene a continuación, pero sigue dejándote boca abierta
cada vez que se acaba un capítulo.
Y sobre todo, destaco el mensaje que la serie
quiere transmitir: el dinero no da la felicidad. Esto se ve
perfectamente en Walter, cómo al principio a pesar de que le costaba llegar a fin de mes pero contaba con el amor y apoyo de su familia y cómo pasa a estar solo, con millones de
dinero pero sin nadie que se preocupe por él ni nadie que quiera estar con él. De hecho, le paga a uno 10.000
dólares por que se quede a hablar con él una hora. Pierde incluso la amistad
que tenía con Jesse
Y los protagonistas...Aaron Paul es un puto genio de la actuación. Esa facilidad que tiene para llorar de angustia y para demostrar que Jesse es algo más que un yonki que sólo dice "bitch"es fascinante. Bueno y Bryan Cranston también, yo hasta ver la serie para mí era
el torpe padre de Malcom y verlo como Heisenberg no hace más que probar que
tiene un gran talento, sólo que no hemos tenido la oportunidad hasta ahora de
verlo. Como ocurre con muchos actores tristemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario